Quilmes empató 1 a 1 frente a Patronato en el estadio Centenario y no pudo cortar la racha negativa de dos derrotas consecutivas que arrastraba ante Almagro y Ferro.

El resultado, aunque sirve para sumar, no alcanza para calmar las aguas ni para mejorar el presente futbolístico del equipo de Sergio Rondina, que sigue sin encontrar el rumbo.

En el primer tiempo, el Cervecero mostró una versión deslucida, sin profundidad ni ideas claras para vulnerar a un rival que se replegó bien en su campo.

Para colmo, un error individual terminó en el gol de Patronato, que se fue al descanso en ventaja, mientras que la gente explotaba en las tribunas con cánticos contra los jugadores, reflejo de la creciente preocupación por el rendimiento colectivo.

Pero en el inicio del complemento, Quilmes encontró rápidamente el empate: a los 46 minutos, Emanuel Herrera marcó el 1-1, en lo que fue un verdadero gol “desde el vestuario”. Ese tanto trajo algo de alivio y el equipo mejoró, aunque no lo suficiente.A pesar del envión, la falta de generación de juego sigue siendo una de las grandes deudas.

Al Cervecero le cuesta mucho crear situaciones, especialmente frente a defensas cerradas y abroqueladas como la de Patronato. Y esta vez no fue la excepción: aunque tuvo más la pelota en el segundo tiempo, no encontró los caminos para lastimar conclaridad.

Rondina dispuso una formación inicial con Esteban Glellel en el arco; Fernando Torrent, Francisco Flores, Leonel Vangioni y Leandro Allende en el fondo; Enzo Kalinski, Joaquín Postigo y Marco Roseti en el mediocampo; en la delantera Camilo Machado, Emanuel Herrera y Jano Coronel.

El empate deja un sabor amargo, más allá de haber evitado la tercera derrota seguida. Quilmes necesita sumar de a tres, y más aún cuando juega de local, donde históricamente ha construido gran parte de sus campañas.

Ahora, el Cervecero deberá afrontar un desafío clave: visitar a Güemes en Santiago del Estero, donde no solo buscará recuperar los puntos que dejó pasar frente a Patronato, Ferro y Almagro, sino también empezar a recuperar una identidad futbolística que hoy parece perdida.

El objetivo es cerrar de la mejor manera la primera rueda y, a partir del receso, rearmar el plantel para encarar con fuerza la recta final del campeonato.