El hospital de Quilmes tiene una ocupación de entre “90 y 93%” de “camas críticas” ocupadas por pacientes con coronavirus y se espera que la situación se agrave en los próximos días si continúa alta la tasa de contagios, alertó el director médico Juan Fragomeno.
El Isidoro Iriarte produce su propio oxígeno, por lo que no tiene inconvenientes con el abastecimiento, y ya recibió un refuerzo de 14 enfermeros y siete profesionales, pero se espera la llegada de más personal.
Consultado por El Sol, el doctor Fragomeno reconoció que la situación es crítica y se viven las horas más dramáticas desde el inicio de la pandemia, por lo que pidió –al igual que los directores de otros nosocomios del AMBA- que se tomen medidas sanitarias más restrictivas para bajar los contagios de Covid-19.
“Esto no es un pedido político sino sanitario –dijo-.Necesitamos con urgencia bajar los contagios, el sistema tiene un límite”, advirtió.
El nosocomio dejó de vacunar para abocarse de lleno a la atención de los pacientes con coronavirus, que son más jóvenes que los infectados durante la primera ola pero, igualmente, muchos de ellos requieren una internación en cuidados intensivos.
Los datos son alarmantes. De los 200 hisopados diarios, el 40% es positivo. De esa cantidad, el 20% requiere internación y la mitad de ellos es derivada a terapia intensiva.
“Rogamos que baje la cantidad de contagios diarios porque sino vamos mal”, alertó Fragomeno, quien aseguró que el personal está cansado pero todos los días trabaja al máximo para no dejar sin asistencia a los pacientes que la requieran.