Encuesta de la UNQ demuestra como cambió la calidad de vida de sus graduados
Un estudio realizado a graduados y graduadas revela que la Universidad Nacional de Quilmes mejora la calidad de vida de las personas que estudiaron allí. A través de una encuesta llevada a cabo en abril de la que participaron más de 2700 alumnos recibidos, el trabajo da cuenta de cómo la UNQ contribuye al ascenso social y la superación de situaciones de pobreza. En este sentido, más del 70 por ciento de los graduados son primera generación de universitarios y más del 90 por ciento tiene empleo formal y hace algo vinculado a sus estudios. En un contexto de pobreza que ronda el 50 por ciento, solo el 7,1 por ciento de las personas que se recibieron en la Universidad percibió ingresos por debajo de la canasta básica total. Mientras las autoridades nacionales atacan a las instituciones públicas y representaciones como “los pobres no llegan a la universidad” y “sobran las universidades en el conurbano” se transforman en un imaginario social, la investigación destruye estos mitos y da cuenta de la importancia de esta Casa de Altos Estudios
“Los graduados tienen el doble de tasa de inserción laboral que la media reconocida por el Indec para el Área Metropolitana de Buenos Aires en el mes de marzo. Además, cuando el organismo reconocía un 48,3 por ciento de pobreza, nuestros graduados estaban en un 7,1 por ciento. Si tenemos en cuenta que el 73 por ciento de nuestros graduados son primera generación de universitarios, si no fuera por la UNQ, los niveles de pobreza serían similares o mayores a los del AMBA”, resalta José Muzlera, impulsor del trabajo y director de la Licenciatura en Ciencias Sociales, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
La encuesta se realizó de modo online durante la segunda quincena de abril y estuvo dirigida a todas las personas graduadas de la UNQ en cualquier nivel (pregrado, grado y posgrado) y modalidad (virtual o presencial). A su vez, la muestra fue ajustada al momento de su procesamiento según cuotas de sexo y años de graduación.
La Universidad y el trabajo
La encuesta realizada a los graduados de la Universidad derribó algunas creencias vinculadas al mundo del trabajo y reafirmó otras consignas relacionadas a la importancia del estudio y el rol de las Casas de Altos Estudios, en particular la Universidad Nacional de Quilmes, ubicada en la zona sur del Gran Buenos Aires.
“Graduarse en la UNQ, una universidad estatal, no arancelada y sin examen de ingreso, marca la diferencia -en especial para el 71 por ciento de quienes son primera generación de universitarios en la familia- entre ser y no ser pobres, entre estar o no estar integrados al mercado laboral, entre ser integrados o excluidos”, señala el informe.
Entre algunos datos destacados, el informe da cuenta que, mientras la tasa de ocupación dentro de la población activa era de 48,6 por ciento según el Indec, el 87 por ciento de las personas graduadas de la Universidad trabaja de modo remunerado. En este aspecto, el sector privado demanda mayor empleo que el sector público. A su vez, más del 11 por ciento está relacionada con ambos sectores.
Si bien no se pueden comparar los datos obtenidos por la UNQ en relación al AMBA ya que el empleo informal no tiene estadísticas sólidas, la proporción de trabajo registrado en los graduados de la Universidad supera el 91 por ciento si se cuenta a los que están en relación de dependencia y los que tienen empleo formal independiente.
“La Universidad transforma la vida de todos nuestros graduados y graduadas, no solamente los vinculados a las ciencias duras como robótica o informática, sino también a los que son graduados de disciplinas como ciencias sociales, que a veces el prejuicio piensa que el mercado los demanda menos”, subraya Muzlera.
Una mirada de género
Al estar diferenciados por sexo, los datos obtenidos también permiten sacar conclusiones en torno a cuestiones vinculadas al género. Desde que se creó la UNQ siempre fue mayor la cantidad de mujeres que se gradúan que la de varones. Incluso, la cifra se acrecienta cuando las crisis socioeconómicas a nivel nacional se intensifican.
“Esto probablemente se explique porque, a pesar de los avances de los movimientos feministas en pos de igualdad de derechos y responsabilidades, seguimos viviendo en una sociedad machista en la que los varones son más responsables de la provisión económica en los hogares”, advierte el documento.
En líneas generales, las carreras vinculadas al cuidado, la salud y la educación son las más elegidas por las mujeres, mientras que los hombres eligen aquellas más vinculadas a la producción, la técnica y la industria. Mientras que el 95 por ciento de las personas que se gradúan en la Licenciatura en Terapia Ocupacional y el 84,5 por ciento de quienes egresan de la Licenciatura en Enfermería son mujeres, el 96 por ciento de los Ingenieros en Automatización y Control Industrial y el 92 por ciento de los arquitectos navales son varones.