El ala dura de la CGT gana espacio y estudia la convocatoria a otro paro general
La Confederación General del Trabajo (CGT) rechazó la convocatoria a sentarse a una mesa de diálogo tripartito junto con empresarios y el Ejecutivo y, la ausencia de la pata sindical restará fuerza a esa convocatoria que se prevé en el marco del Consejo de Mayo.
“No vamos a dialogar la pérdida de derechos individuales, colectivos ni sindicales. No van a conseguir que nos saquemos una foto firmando la pérdida de derechos. No es que no nos queremos sentar, es que no ponen en agenda la producción”, disparó Héctor Daer, integrante del triunvirato de la CGT.
Tras el fracaso del sector dialoguista en su intento por frenar el avance de la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei y subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la Confederación General del Trabajo (CGT) prepara la convocatoria a una reunión de mesa chica y a un plenario federal de secretarios generales para redefinir su estrategia en un contexto de creciente enojo de las bases que presionan para llamar al tercer paro general de la presidencia libertaria.
La participación de la CGT en la peregrinación a San Cayetano, junto a las dos CTA, fue una muestra más del disgusto gremial ante la decisión del oficialismo de reformar las leyes laborales. Denuncian que estos cambios perjudican a los trabajadores y amenazan con afectar o eliminar derechos.
Pese al rechazo del ala dura, encabezada por el líder del gremio Camioneros, Pablo Moyano, el sector dialoguista mantuvo en los últimos meses una posición moderada y tendió puentes de diálogo con el Gobierno que más allá de tomar nota de los pedidos sindicales no concedió ninguno de los reclamos cegetistas como que el cobro de Ganancias comience en un piso mayor al $1,8 millón
Luego, fracasaron las negociaciones en el Consejo del Salario y el Ejecutivo laudó en línea con lo ofrecido por el sector empresario y muy lejos de lo pedido por los gremios lo que parece demostrar la tesis del ala dura de que el gobierno no está dispuesto a negociar, sino que busca imponer sus decisiones.
Así, frente al avance del Gobierno, la interna de la central obrera pierde fuerza y gana espacio el ala dura moyanista. Sin embargo, la crisis del PJ tras la denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género, podría demorar algunas definiciones, como la fecha del paro, si es que finalmente decide la convocatoria