La eliminación de Martina Pereyra este domingo de Gran Hermano (Telefe) generó una gran expectativa fuera de la casa: la producción deberá informarle que su abuela murió hace casi dos meses y que su familia pidió no decírselo para evitar que abandonara el reality.

Según supo la Agencia Noticias Argentinas, la producción respetó el pedido familiar desde febrero, cuando falleció la mujer, quien además era una ferviente seguidora del programa y habitual asistente al estudio. La decisión, sin embargo, desató una polémica en redes y en programas de espectáculos, donde muchos cuestionaron la ética de mantener a Martina al margen de un hecho tan significativo.

Durante estos casi dos meses, Martina mencionó y saludó a su abuela en varias oportunidades, sin saber que ya no estaba con vida. Uno de los momentos más comentados fue cuando, conmovida, pidió al aire: “Un beso a mi abuela, que la amo y la extraño mucho”.

La eliminación de Martina —en un mano a mano con Catalina— implicará ahora una escena clave para el reality: cómo se le comunicará la noticia. El momento ya genera expectativa en la audiencia y se espera que tenga una fuerte carga emocional.

A lo largo del programa, otras jugadoras como Chiara también expresaron preocupación por sus abuelas, lo que llevó a la producción a cortar rápidamente la transmisión o cambiar de cámara, como sucedió cuando Martina reiteró su inquietud al respecto.

La noticia del fallecimiento fue revelada por Ángel de Brito en febrero en LAM (América), donde detalló que la familia pidió no alterar la estadía de Martina en el programa. Según explicó, los participantes responden antes de ingresar si desean ser informados de hechos familiares, pero luego es la familia quien toma la decisión final ante imprevistos.

Telefe aún no confirmó cómo será el momento en que se le dé la noticia. Mientras tanto, en redes se multiplican los mensajes de apoyo a la joven, cuyo testimonio se espera en las próximas horas.