El enigmático mensaje de Santiago del Moro que sacudió Gran Hermano: otro participante podría dejar la casa

ESPECTACULOS09/04/2025
El conductor subió un mensaje a sus redes sociales y las teorías apuntan a un abandono voluntario. Quiénes son los apuntados
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Una imagen. Una sola. Y el caos. La emblemática puerta giratoria de Gran Hermano, esa que cruje como un presagio entre las luces del estudio y la penumbra de la incertidumbre, apareció este martes en las redes de Santiago del Moro. En su historia de Instagram, el conductor no escribió más que dos frases: “Miércoles 21:45 hs. Todo es Gran Hermano” y, debajo, una despedida con interrogante: “Bye?”

El revuelo fue inmediato. Los fanáticos, atentos a cada gesto como si de señales de humo se tratara, interpretaron la publicación como un presagio inminente. ¿Se va alguien? ¿Se rompe la lógica del juego? ¿Se avecina una salida que no estaba escrita en el libreto de las galas?

 
La experiencia les da autoridad. Porque la última vez que Del Moro subió esa imagen, la casa sufrió un sismo: una eliminación inesperada sacudió la rutina y alteró las lealtades. “Si Santiago sube la puerta giratoria, es porque alguien se va”, repiten los usuarios en redes, como un mantra. La referencia es a la salida de Furia Scaglione, quien por propia voluntad dejó el reality. No fue la única alarma.

La noche del miércoles no solo estará marcada por una gala de nominación. A casi cinco meses de encierro, el tiempo comienza a retorcerse dentro de la casa más observada del país. Las paredes ya no solo guardan secretos: también retumban con el eco de una rutina que se vuelve espesa, silenciosa, por momentos insoportable.

 
La convivencia entre los concursantes más antiguos de Gran Hermano se convirtió en una cuerda tensa que cruje a cada roce, a cada palabra mal dicha, a cada suspiro que extraña. Y en ese marco es que en esta gala también será el tiempo de una nueva edición del Congelados.

Es que la ausencia de los seres queridos –madres, padres, hermanos, hijos, parejas– empieza a pesar como una niebla densa, que no se ve, pero se siente en los cuerpos, en los gestos, en la mirada perdida que se queda suspendida en el jardín o en los pasillos. El tiempo, como un alacrán, los muerde lentamente.

En este contexto, la llegada de París, la nueva mascota de la competencia, fue como una bocanada de ternura. Un cambio de clima. Un alivio. La perra despertó en los participantes una reacción inmediata: sonrisas, juegos, caricias. Una pausa en medio de una guerra silenciosa.

En este punto, las estrategias tendrán que convivir con la emoción cruda, con el llanto, con la vulnerabilidad expuesta ante millones de espectadores.

Y en ese frente de tensión, una figura empieza a nombrarse: Catalina Gorostidi.

La médica pediatra, que había entrado como un huracán en la edición anterior, regresó a la casa con un Golden Ticket y desde entonces protagoniza algunos de los momentos más cargados del encierro. Cruces, gestos, silencios. Pero también señales de hartazgo. ¿Está lista para irse? ¿O es blanco de una estrategia para sacarla?

Otro nombre que cobra fuerza es el de Katia, una presencia cada vez más incómoda en el día a día del juego. “Me pesa el cuerpo”, reveló en voz baja, mientras charlaba con Eugenia, Selva y Lourdes. “Yo me quiero ir, no quiero ni jugar la moto”, dijo, casi con vergüenza, como si el deseo de abandonar fuera una traición. Pero en la casa de Gran Hermano, la sinceridad se paga cara.

Las conjeturas se multiplican. ¿Será una salida por voluntad propia? ¿Una eliminación relámpago? ¿Una sanción inesperada?

Lo cierto es que la puerta giratoria no aparece en vano. Es un símbolo. Un umbral. Un final. Y tal vez, también, un principio.

Porque en la casa, el juego cambia cuando uno se va. Todo se reordena. Todo se desestabiliza. Todo vuelve a empezar. Todo es Gran Hermano.

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