El Gobierno afina un paquete financiero amplio para cortar la caída de reservas y espera cerrarlo en los próximos días

ACTUALIDAD11/04/2025
Entre el primer desembolso del FMI, el aporte de otros organismos internacionales y el alivio en el calendario de pagos por la renovación del swap chino, el Poder Ejecutivo sostiene el objetivo de USD 50.000 millones brutos, para lo que necesitará duplicar el nivel actual en manos del BCRA
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El Gobierno apunta a tener cerrado en los próximos días un paquete amplio de apoyo financiero para reforzar las reservas del Banco Central, que acumulan una caída de USD 8.100 millones desde el inicio del año y que se encuentran en su nivel más bajo en 14 meses. La suerte de ese respaldo a las arcas internacionales comenzará a decidirse este viernes en el directorio del Fondo Monetario pero ya tuvo novedades en las últimas horas.

Sobre el cierre de la semana, el board del FMI se dispone a discutir el resultado de cuatro meses de negociación entre el Gobierno y los técnicos del organismo, que resultó en un acuerdo cuyo contenido en términos de políticas económicas y de medidas acordadas todavía no fue dado a conocer, pero que incluiría modificaciones -con alcances y profundidad a determinar- al esquema de tipo de cambio con el que la Casa Rosada eligió ejecutar su primer año de plan económico.

El fuselaje de ese programa nuevo a consideración hoy de la la junta de directores que conducirá Kristalina Georgieva en Washington ya fue explicitado en el último comunicado del organismo: un programa de 4 años de duración que se extiende a 10 al tomar en consideración el plazo de repago, 4 años y medio de plazo de gracia y una serie de metas de cumplimiento y revisiones periódicas.

Si bien el caso argentino es especialmente sensible al tratarse del principal deudor que tiene el organismo, hay chances de que no sea el debate más áspero de la sesión esperada para este viernes, que también tiene en su agenda la discusión sobre el informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO, en inglés) que presentará el FMI dentro de dos semanas en el marco de sus reuniones de abril. Georgieva ya había anticipado que la crisis arancelaria iba a implicar un impacto considerable en la economía mundial, por lo que será de especial sensibilidad el resultado de ese ida y vuelta.

Por lo pronto, en Buenos Aires el foco de atención estará puesto en el resultado final del debate sobre el nuevo Extended Fund Facility (EFF). Desde que el ministro de Economía Luis Caputo anunció, hace dos semanas, que el acuerdo con el FMI sería por USD 20.000 millones y que el objetivo de fondo era recomponer las reservas brutas hasta la zona de los USD 50.000 millones, el Banco Central perdió otros USD 1.500 millones, lo que da cuenta de la dinámica de deterioro que tuvieron las arcas internacionales de la autoridad monetaria en las últimas semanas.

Por esa razón, la clave central será el monto de desembolsos que anunciará el board una vez que dé el visto bueno al programa. El rango explicitado públicamente es amplio, desde un mínimo de USD 8.000 millones (40% del total) hasta los USD 15.000 millones que solicitó la congresista republicana Elvira Salazar hace algunos días. La solución podría estar en un punto medio, que Infobae anticipó entre USD 10.000 y 12.000 millones, una suma que sería de entre 50 y 60% del programa total, una rareza para este tipo de acuerdos porque suelen girar entre el 20 y el 30% en términos generales.

También quedará determinado qué porcentaje de todo ese primer desembolso, que se espera amplio, será de utilización inmediata por parte del Tesoro para ejecutar la recompra de Letras Intransferibles al BCRA y darle a cambio esos dólares frescos. Eso sucede porque un programa de estas características podría tener una parte del préstamo realizado directamente en divisa norteamericana y otra en Derechos Especiales de Giro (DEG), la “moneda” del FMI.

Los DEGs son convertibles a dólares, pero cualquier país necesitaría primero que el propio FMI realice esa operación con un tercer país que requiera DEGs, a manera de intermediario. El programa Stand By de 2018 fue enviado en un 92% en dólares y en un 8% en DEGs, según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI), y el Extended Fund Facility (EFF) de 2022 fue en un 100% en DEGs, explicado en el hecho de que Argentina en ese momento solo le debía DEGs al organismo. La proporción entre DEGs y dólares frescos que habrá en este nuevo programa forma parte de las incógnitas.

Otra parte de ese paquete de financiamiento llegará a través de otros organismos internacionales, que podrían aportar hasta USD 6.000 millones, según estimaciones de mercado. Hace algunos días el presidente del Banco Mundial Ajay Banga prometió en una reunión con el presidente Javier Milei un “paquete de apoyo significativo”.

“Como una muestra a corto plazo de ese compromiso, estamos preparando un paquete de apoyo significativo que reúne toda la fortaleza del Grupo Banco Mundial para respaldar las reformas, atraer inversiones privadas y sentar las bases para la creación de empleo”, agregó. Banga también mencionó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para asegurar que “el apoyo esté alineado, sea efectivo y envíe una señal fuerte de confianza internacional en el futuro de Argentina”.

A fines de 2024 los créditos hacia la Argentina representan el 22% de los préstamos pendientes de pago otorgados a cualquier país por parte del BID, el 15% de los préstamos otorgados por la CAF y el 4% de los otorgados por el Banco Mundial, de acuerdo a cálculos de la consultora Quantum Finanzas.

Este jueves, además, se conoció que el Banco Central renovó por un año el tramo activado del swap con el Banco Popular de China (PBOC) por USD 5.000 millones. Esa refinanciación le permitirá al BCRA evitar que desde mediados de este año y hasta agosto de 2026, cuando vence el acuerdo bilateral de monedas, ese monto se redujera gradualmente de sus reservas.

Según informó el BCRA en un comunicado, “la activación de este tramo, que se inició en 2023 y debía comenzar a reducirse gradualmente a partir de junio de 2025, seguirá manteniéndose a disposición del BCRA, en su totalidad, hasta mediados de 2026″. El objetivo, agregó el organismo, es “reducir los riesgos en su transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible, en un contexto internacional desafiante para los flujos de capitales externos”.

Una alternativa que también está en consideración es un eventual préstamo directo del Tesoro de los Estados Unidos hacia la Argentina. Los detalles de un convenio de esa naturaleza todavía no se conocen, aunque existen antecedentes: en enero de 1995, luego de la crisis del Tequila, el entonces presidente norteamericano Bill Clinton autorizó un préstamo de 20.000 millones de dólares a México a través del Fondo de Estabilización Cambiaria del Departamento del Tesoro con duración total de 5 años aunque fue cancelado dos años después de su inicio.

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